¿Qué es el atrio de los gentiles?

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En el año 20-19 a.C., el rey Herodes dio inicio a los grandes trabajos de renovación, casi de reestructuración, del templo de Jerusalén, el segundo, el que fue construido después del exilio. Además de las áreas reservados a los miembros del pueblo de Israel (hombres, mujeres, sacerdotes) en este templo había un espacio en el que todos podían entrar, judíos y no judíos, circuncisos e incircuncisos, miembros o no del pueblo elegido, personas educadas en la Ley y personas que no lo eran. Aquí se reunían rabinos y maestros de la Ley dispuestos a escuchar las preguntas de la gente sobre Dios, y a responder en un intercambio respetuoso y misericordioso. Este espacio era el atrio  de los gentiles o paganos, en latín el atrium gentium, un espacio que todos podían atravesar y en el que podían permanecer, sin distinciones de cultura, lengua o profesión religiosa, un lugar de encuentro y diversidad. 

De tal lugar viene la inspiración para esta iniciativa del Consejo Pontificio de la Cultura: "el atrio de los gentiles". Se trata de un ámbito de encuentro y diálogo, un espacio de expresión para los que no creen y para los que se hacen preguntas acerca de a la propia fe, una ventana abierta al mundo, a la cultura contemporánea y las voces que ahí resuenan.

EL ATRIO, UN LUGAR DE ENCUENTRO Y DE DIVERSIDAD 

El término "gentiles/paganos" exige una reflexión preliminar. Si en ámbito judío se refería a los que no eran judíos, los incircuncisos, actualmente la identidad de los invitados a este "atrio" solicita ulteriores preguntas. 

El término latino gens, de donde proviene el término "gentil" envía a la idea de nación extranjera en contraposición al pueblo romano, el populus romanus. "Gentil" o "pagano" es la traducción del hebreo goi/goyim, que aparece 561 veces en el Antiguo Testamento, y del griego ethnos/ethnê, que aparece no menos de 162 veces en el Nuevo Testamento. 

Así entonces, en el curso de la historia de la alianza con Dios, hasta los que parecían ser estar excluidos de ella, los extranjeros, gentiles, paganos, eran en realidad objeto de interés y eran tenidos en consideración. Ahora ha sido abierto un espacio concreto: todos están convocados, su voz se une a otras voces que van a la búsqueda del Dios desconocido.