Escuela de reflexión y formación

Un deporte para el hombre abierto a lo Absoluto

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Scuola di pensiero

Escuela de reflexión y pensamiento 2012

De la Educación a la Evangelización

La oficina para la pastoral del tiempo libre, turismo y deporte de la Conferencia Episcopal Italiana, en colaboración con la Sección "Iglesia y Deporte", del Consejo Pontificio para los Laicos y del Departamento "Cultura y Deporte", promueve la segunda edición de la Escuela de Reflexión y Pensamiento, titulada "Un deporte para el hombre abierto a lo absoluto".

El objetivo de la Escuela es explorar cómo pasar de un deporte entendido como bien educativo, a un deporte como bien cultural y espiritual. El deporte se convierte en un valor cultural cuando logra revelar al hombre a sí mismo y acercarlo a comprender el valor religioso de la vida. Yael Concilio Vaticano II, en Gaudium et spes, habló del deporte encuadrándolo en las relaciones entre la Iglesia y el mundo, ya que, "los ejercicios y manifestaciones deportivas, [...] ayudan a conservar el equilibrio espiritual, incluso en la comunidad, y a establecer relaciones fraternas entre los hombres de todas las clases, naciones y razas" (GS 61)  Una cultura deportiva basada en el primado de la persona; un deporte al servicio del hombre, y no el hombre al servicio del deporte.

El deporte puede revelar al hombre el rostro de Dios

Significa ayudar al atleta a captar en la experiencia deportiva, la plenitud de la vida y el bien último, superando victoria y derrota, más allá de lacompetición y la diversión. Es el momento en que la persona experimenta su límite, la convivencia consigo mismo y con los demás.

Estamos convencidos de que hoy el deporte y el asociacionismo tengan la fuerza necesaria para volver a plantear con fuerza una humanidad esencial, y despertar el deseo de infinito que habita en el hombre. En este caso, la actitud educativa permite al atleta descubrir el proyecto de Dios sobre su vida a través de una entre las tantas realidades, que es el deporte.

La experiencia deportiva, puede convertirse en una lectura y una propuesta, en clave humana y de fe, para "contribuir a responder a aquellas preguntas de fondo que plantean las nuevas generaciones acerca del sentido de la vida, de su orientación y su destino".

El educador deportivo está llamado a repetir las palabras de Pablo en el Areópago de Atenas: "Lo que vosotros adoráis sin conocerlo, yo os lo vengo a revelar”.

El deporte puede convertirse así en uno de los areópagos de la nueva evangelizació.

El método que proponemos

Es necesario encontrar a Dios, no en los márgenes de la vida, sino en medio de la vida de cada día.

El método que proponemos trata de profundizar las modalidades con las que hacer germinar los valores deportivos en la existencia y en la experiencia misma de vida cotidiana. 

En este caso, el deporte podría convertirse en una epifania de lo Absoluto, en la que labúsqueda, la presnecia, la representación del absoluto y de sus sinónimos (lo eterno, lo infinito, lo trascendente, el misterio, lo divino), no sea simplemente un dato eventual, marginal, posible, sino necesario, intrínseco y constitutivo de la naturaleza humana.

Las asociaciones deportivas podrían convertirse en el lugar existencial donde Dios se manifiesta.

Este método se aparte de una catequesis de carácter principalmente exhortativo, o basada únicamente en las innegables analogías entre la vida deportiva y la ascética cristiana. Aquí, en cambio, el hombre y el atleta es empujado a interrogarse y a buscar las respuestas en la verdad de sí mismo y de la Palabra de Dios. El educador edeportivo debería saber subrayar y desencadenar, mediante la práctica deportiva, la dimensión religiosa de la vida como algo intrínseco e inseparable de la naturaleza humana. 

Así, la experiencia deportiva se convierte en oportunidad de salvación que podría revelar al atleta el significado pleno de la vida en el orden de la creación y de la redención.

Reactivar un diálogo vital entre la Iglesia, la cultura y el mundo juvenil

El deporte podría reactivar un diálogo vital entre la Iglesia, la cultura y el mundo juvenil, en el que la cuestión educativa y cultural podrían convertirse en una víapara la evangelización y en el que la evangelización podría dar la plenitud a la educación a través del deporte.