Fara Bemahazaka, Malgache, estudiante en la Facultad de Economía y Comercio de la Universidad de Florencia. La población de su país es mayoritariamente joven. Pero los jóvenes malgaches no logran encontrar su propia identidad y convertirse en protagonistas de su propia vida y de la del País. África, herida y dividida, tendría mucho que aportar: el sentido de la acogida, la apertura a lo trascendente, que unifica a las culutras del continente, el deseo de pertenecer a un grupo activo, dispuesto a servir y no a ser servido. Como tantos jóvenes, desea hacer algo grande para traducir la espiritualidad y los valores de la fe cristiana en acci´´on para el bien de su gente, dispuesta a ofrecer la vida para salvar a otros jóvenes que se pierden.
Su intervención se centrará en el servicio civil voluntario, a través del cual Fara ha ido encontrando estudiantes de muchos países y culturas, muchos de ellos marcados por el peso de la emigración forzada. Esta ha sido la experiencia de la acogida, expresión de la cultura africana y un rasgo típico de la humanidad.
Como estudiante, junto con otros jóvenes africanos, Fara se siente movida a unir lo mejor de Africa. Por este motivo, ha promovido la Asociación de Estudiantes Africanos en Florencia, yendo más allá de las divisiones tribales o nacionales, haciendo emerger la belleza y la unidad cultural africana. El compromiso de participación en la vida estudiantil es para ella una experiencia de voluntariado, de dar gratuitamente.
Los jóvenes no se compromente sólo a aportar remedios provisionales, sino que aspiran a resolver los problemas en su raíz. "Con los Jóvenes por un Mundo Unido" es el eslogan que guía a Fara en la promoción de acciones creativas de fraternidad.