Saludo del Cardenal Gianfranco Ravasi dirigido a

SU SANTIDAD EL PAPA FRANCISCO

28 de abril de 2018

Santidad,

Para presentarle la asamblea reunida aquí ante Usted, recurriré a un símbolo y a un lema. La imagen simbólica se refiere al mundo del arte, el mosaico: tantos cuadros de colores y figuras diversas que se unen en un diseño unitario y armónico. Y bien, venidos de tantos y diferentes horizontes de los distintos continentes, están aquí – convocados por el Consejo Pontificio de la Cultura, en colaboración con otros Dicasterios e instituciones vaticanas y algunas fundaciones internacionales – científicos e investigadores, médicos, trabajadores sanitarios y sociales, también líderes religiosos de diversas confesiones, exponentes de la política, de la diplomacia, del derecho y de la industria, estudiosos de ética y de antropología, filántropos y, en particular, algunos pacientes y jóvenes estudiantes.

Este mosaico tan variado en experiencias y diversas competencias se ha agrupado armónicamente en torno a un significativo lema “Unite to cure”. El compromiso que los une es precisamente el cuidado de ese admirable “microcosmos” que es la creatura humana, sobre todo cuando es frágil y pequeña. El pensamiento se dirige, por ello, a todos los que sufren y a los enfermos, en particular a los niños y a los ancianos, a las enfermedades raras y a aquellas sin protocolo terapéutico certificado, como en el caso de Alfie, muerto esta noche, y a los países en vías de desarrollo que con dificultades logran subir a los senderos de altura de la investigación tecnológica, terapéutica y farmacéutica.

Pero el cuidado debe dirigirse también a ese “macrocosmos” que es nuestro planeta, la casa común que Usted puso en el centro de la encíclica Laudato Si’, subrayando la necesidad de una cultura de la vida en todas sus formas dentro del jardín a menudo devastado que es la Tierra.

El cuidado, por último, no puede sustraerse a las grandes interrogantes antropológicas que generan la ciencia y la técnica. Por eso también han resonado las voces de las varias religiones y culturas, siendo la creatura humana no sólo un conjunto biológico de células, sino una persona que ama, cree, espera, sufre. Es precisamente en esta luz que ahora el mosaico viviente de la comunidad aquí reunida espera y escuchará con simpatía y sintonía su voz. Y todos los que entre nosotros son creyentes en Dios rezaremos por Usted y por su misión.

[Sitio web del Congreso: http://vaticanconference2018.com]